30 de marzo de 2011

China Meridional - Guangdong

En líneas generales se podría decir que las regiones de Guangdong y el delta del río Perla son, probablemente, las zonas menos idílicas (paisajísticamente hablando) y al mismo tiempo, menos turísticas de China. Teniendo en cuenta el potencial turístico monstruoso de este país, permanecer un tiempo y empaparse de una sola zona frente a una visión general, tipo "relámpago" (basada en vuelos internos) tiene aspectos positivos y otros no tanto:

- Te libras de las riadas de turistas occidentales que, al parecer, desde hace uno o 2 año invaden y desdibujan ciudades magníficas como Beijing o Guilin.

- Te haces una idea bastante precisa de la vida diaria de los chinos, de los que viven, sufren y trabajan al margen de la industria turística.

- Te pierdes grandes conjuntos monumentales desde un punto de vista patrimonial y alto valor simbólico, como la Gran Muralla o el río Amarillo.

Si hay algo que tiene Guangzhou frente a otras grandes urbes chinas es que sintetiza, más que ninguna otra al parecer, las conocidas contradicciones de este monstruo demográfico. Preserva la herencia cultural de numerosas dinastías y las "esencias" que buscamos muchos occidentales… pero mira hacia el futuro más que ninguna otra. Las dimensiones son gareadescas… el río Perla es inmenso, hasta tal punto que influye en el clima de la región. El inmenso caudal parece diluir la no menos inmensa contaminación.

En realidad Guangzhou es un gigante macrocefálico que se funde con Hong Kong en un cinturón periurbano que alberga la mayor concentración de personas del mundo. Punta de lanza de la "Nueva China" que el régimen quiere exportar al exterior, en algunos momentos realmente tienes la sensación de estar en Japón más que en China. Por otra parte Guangzhou (10.000.000 de habitantes estimados; 18.000.000 sumando área metropolitana y zonas limítrofes) se ha propuesto ser la ciudad con rascacielos más altos del mundo (rozando los 400 metros alguno) compitiendo de cerca con Hong Kong, aunque carece del carácter cosmopolita y abigarramiento de ésta última. Ello la hace sumamente interesante; grandes masas de desarrapados llegados del medio rural traen consigo su cultura y gastronomía, en un cóctel explosivo de skyline neoyorkino, pagodas milenarias (remansos de paz en medio de la gareada) comercios tradicionales, otros modernos y puestos callejeros de comida/medicina tradicional. Por cierto; nadie habla inglés así que lo mejor es armarse de paciencia y palabras chinas escritas en papel, o ir con alguien de la zona (como hicimos nosotros). Superada la barrera del idioma, las situaciones tipo "Lost in Translation" están aseguradas.

Elel

9 comentarios:

Ro Cío dijo...

Majestuoso post.

Viva Elel, que en su inmensa gracia se ha dignado en venir a extender su sabiduría a mis imperiales y milenarios dominios!

Colectivo Laika dijo...

¡Elel, qué bien te queda la túnica!

The Chezas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rubén Martínez Barbáchano dijo...

Así me quedé después de la muela del juicio y la intoxicación en Hong Kong...

(x cierto los monigotes son de cera)

Ars Natura dijo...

Vaya casitas bajas que tienen los pueblos de China....

Lola dijo...

Me ha encantado tu blog!! tienes una seguidora más!

Te invito al mío que también es de viajes

Living to travel

Saludosss

Guillermo dijo...

joder que fotos más guapas elel.
Y suscribo todas tus opiniones sobre chinolandia. Yo no estuve por esa zona, pero la zona de Sanghai no era muy distinta de lo que comentas.
Lo que sí que debe ser verdad son las masas de turistas, aunque depende mucho de las zonas, en algunas ciudades y pueblos no encuentras ni a perry.

Rubén Martínez Barbáchano dijo...

Gracias Globetrotter y Ars Natura...

Willy... nosotros los únicos turistas que vimos eran turistas chinos, que parecen haber descubierto el turismo de interior hace 2 días.

CDM dijo...

Acojonan esas gareadas de pisos que parecen desde lejos las listas de la pedrea de la lotería nacional!