Ese lugar mágico donde reposan los pocos sabios que en el mundo han sido. Las piscinas de Fasa, esa maravilla, desde el bingo hasta los sándwichs
requemaos. El Lourdes del obrero, donde redime todas las tardes sus pecados y sueña con las playas del sardinero, mientras luce con orgullo bañador reventón marcando pila y faria después de comer.
6 comentarios:
Muy buenas estas dos últimas entradas.
Fasa es la última fortaleza que le queda al verdadero obrero. Que no se le ocurra entrar a ningún jefecillo o ingenierillo recién licenciado que vaya de sobradete, porque le va hostia. Fasa es para el currante que las pasa putas en la cadena. Los ingenierillos que se vayan a sus putas piscinas de ricos de urbanización a comer marisquito.
Sois unos putos gigantes. Afirmo.
Amighos, cuando era adolescente me colé en Fasa con el carnet de un colega, toda una hazaña teniendo en cuenta que entrar es más jodido que salir de Alcatraz con vida.
Eso a los ingenieros al paredón, que no merecen ni vivir. Habría que quemarles a todos simplemente por respirar porque no son personas.
Si esque a quién se le ocurre tener la estúpida idea de meterse a estudiar x años como cabrones para luego que te escupan por la calle por ello, verdad?
Claro, claro, como en este país sólo estudian los ricos, no es así?
Sí señor, este mundo se divide entre obreros y patrones y el resto queda en el limbo.
No sé no sé, pero me llega un cierto olorcillo a rancio..
Tengo 51 años y de niña íbamos a las piscinas de Fasa, todos los veranos. Qué recuerdos tàn bonitos, escoger un lugar en ese pinar, abrir la mesa y las sillas, en la sombrita a 42 grados, comer paraguayas, ir a nadar los niños sólos a esa piscina olímpica, jugar sin parar, hacer la digestión y volver a nadar por la tarde, me acuerdo que hasta había lavaderos para lavar los cacharros (los tuppers de comida) y había que hacer cola en esas pilas. Tambien compràbamos en el economato de Fasa, y los libros del colegio en Agosto los compràbamos allí tambien, en Navidad llenábamos un carro ó dos hasta arriba...turrones para llenar todos los armarios de la cocina. Eso si era vida....la gaseosa, hasta nos dejaban beber un poco de vino con gaseosa...la Mirinda de naranja/limón, Recuerdo que hacían juegos para los niños...había un paraue con columpios que te llevaban al cielo de lo largos que eran, y saltaba en el aire. Mi padre se compró un Renault 25 y era un lujo en aquel entonces...
Publicar un comentario