En la República Dominicana se ha optado por un modelo turístico de segregación o "apartheid". Decenas de kilómetros de costa son propiedad de las cadenas hoteleras (muchas de ellas españolas) y aunque predomina el buen gusto, uno tiene la sensación de estar en las antiguas colonias, puesto que sólo hay turistas (casi todos profesionales liberales del primer mundo) atendidos en todo momento por un servicio de hotel compuesto casi exclusivamente por dominicanos de raza negra. Curiosamente algunos dominicanos defienden este modelo, conscientes de que la "apertura de puertas" de los hoteles y sus respectivas playas a toda la población local inundaría todo de pícaros y chezas, con lo que se hundiría la principal fuente de ingresos del país.
Sin embargo, es aconsejable abandonar los hoteles y recorrer la isla si pretendemos hacernos una idea de la misma. El norte y centro de República Dominicana están formados por selvas (llamadas "matas") que van abriéndose en una especie de sábana tropical húmeda hacia el sur. Hay zonas salvajes en el interior que no se han visto afectadas por los cultivos masivos de caña de azúcar, y que conservan porciones de selva tropical, como los Altos del Chavón (donde se rodaron muchas escenas de Apocalipsis Now)
Como país en vías de desarrollo que es, en la República Dominicana conviven la opulencia con la miseria, lo que suele dar como resultado violencia. Con una media de 3 muertes diarias (1.700 durante el año 2005!!) en la capital, Santo Domingo, la policía no se atreve a entrar en determinados barrios de la periferia, y hacerlo por tu cuenta es un pasaporte seguro para salir con pijama de madera. Sin embargo, la delitos de sangre y la delincuencia en general son más bajos que en la vecina Puerto Rico (aunque muy superiores a Cuba).
7 comentarios:
Interesante retrato sociológico en ultrawinzip. No quiero imaginarme el tamaño de los mosquitos que puede haber en esas selvas. Mmmmm, igualitos que los tábanos del pinar.
No eran especialmente gordos, pero picaban más que un pollo en agosto... aunque cerca del mar no había (por la brisa). Eso sí, en la selva eras un buffé libre andante para los cabrones.
cojonudas fotos dignas de National Geographic pero el texto me parece fino fino filipino. En viajes chezas hacemos las cosas de otra manera, ponemos patas arriba el turismeo.
Unos colegas míos fliparon en la República y se salieron de las rutas trusísticas y casí la mangan parda!!
Ya me contaste amigho... molaría que contasen su relato de los hechos en Viajes Chezas...
Esque Cuba is different a pesar de andar por la zona... :)
el el me mola la foto del buga para alguna portada chula.
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