Atravesamos la autoproclamada Republika Srpska de Bosnia; es decir, las zonas MAYORITARIAMENTE serbias de Bosnia (y digo mayoritariamente porque no eran "puras" (de eso se encargarían los paladines de la "limpieza étnica"). La gente, con la que nos entendíamos en esperanto, es sumamente amable y curiosa. No hay ni un puto turista (literalmente) por esta zona; Se agradece el aire de montaña tras el calor y los agobios de Croacia. Entre Foça y Celebici, patria de Karadzic, nos despachamos con una liviana cena a base de truchas salvajes del río Drina (se nos saltaron las lágrimas) queso, carne y cerveza por 5 euros (Cervezas de 1'5 litros, así vinimos de hermosotes)
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