De Belgrado se puede decir que es otro NO LUGAR. Cuando fui con mis amighitos aún no habían visto una amable peli llamada "El Polvorín", de Goran Paskaljevic. No recomiendo su visionado a todo aquel que vaya a visitar Belgrado, porque deja un regusto regulero. El caso es que la ciudad impone, porque es enorme, soviética hasta la médula, decadente y sin alumbrado, con perros abandonados por doquier. No resulta acogedora al principio, sobre todo si no la conoces, si llegas de noche, si te pierdes... por la mañana el panorama cambió bastante. Algunos serbios miraban fijamente nuestro coche con matrícula croata, seguramente porque se preguntaban a sí mismos como ayudar a unos pobres croatas perdidos en Belgrado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario