10 de agosto de 2010

Más Islandia

Lo bueno de los paisajes islandeses es que cambian constantemente: el último volcán ha provocado que puedas andar por encima de glaciares cubiertos por una capa de cenizas bien calentitas. y seguramente el próximo verano ya no se vea nada de ello.
Tienen todo tipo de bichos, muchos comestibles: frailecillos, focas y ballenas, que se comen casi crudos. Todos los puedes ver si te pillas un barquito que te lleva a alta mar: dicen que puedes ver hasta orcas y ballenas azules, pero debe ser un poco engañifa (hace años que no ven una orca). Un poco decadente es el museo falológico de Husavik, pollas como estacas de todos los tipos y colores.
Fuera de la capital, los centros neurálgicos son las gasolineras, donde puedes hacer compritas y comerte perritos calientes y deliciosos helados con chocolate caliente.
Reykjavik es una capital bastante guapa, pequeñita pero con ambiente checil, muchos bares con música en directo y donde acuden los fines de semana gente de Europa y USA con ganas de fiesta. Muy recomendable para meterte un homenaje a buen precio, el Café París.


3 comentarios:

Enrique de la Cruz Pinacho dijo...

me parece indignante decir que es decadente un museo dedicado esclusibamente a la figura del falo.........
si te escuchase elel, " adorarle"
en cuanto a lo de comer a pobres ballenas en peligro de extinción lo pasaremos por alto, per odecir que una marchita de 11 horas (que ya las hace raúl) , es una actividad aventurera, eso si que no....
por cierto foticos mu chulas

Ro Cío dijo...

no como en Valladolid, que orcas no habrá pero orcos alguno todavía se ve jejejeje

Rubén Martínez Barbáchano dijo...

Decadentes los falos? eso es porque no sabéis cómo ponerlos bien duros...

La última foto es la Ría de San Vicente no?