Madeira, la isla que Cristobal Colón describió a Isabel la Católica arrugando un papel, es el paraíso del senderismo. A través de los 2200 km de caminos aledaños a sus famosas levadas (acequias) se puede recorrer la isla de Este a Oeste y disfrutar de un paisaje propio de climas subtropicales. Imponentes barrancos, nieblas agarradas a los picos y bosques de laurisilva, recién declarados Patrimonio de la Humanidad, decoran el día a día de esta isla. Rutas como las 25 fontes, Caldeirao Verde o la que lleva del Pico a Aireero al Ruivo (catalogada como una de las diez mejores rutas del mundo) maravillan a cualquiera que se aventure a realizarlas. Un lugar para volver una y otra vez, sin duda.
1 comentario:
Chulísimo, es como el desfiladero de la Yecla pero a lo bestía.
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